Para re-encontrarme con mis talentos, revisé mi infancia

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Desde pequeña sentí una orientación profunda hacia las ciencias exactas, era muy buena con las matemáticas, las maestras valoraban de mi lo organizada y estructurada que solía ser, es así como terminé escogiendo mi carrera como ingeniera en sistemas, y aunque en el camino me había dado cuenta que no me veía programando en una computadora toda mi vida, lo tomé como un reto, “Yo tengo que terminar esta carrera” me decía, no estoy segura si fue por tenacidad o por miedo. Más tarde pude concluir que ser ingeniera ha sido una de las mejores decisiones de mi vida, pues me ayudó a conocerme, a reconocer lo que no me gusta hacer pero también lo mucho que me gusta levantar necesidades de las personas, aprender cosas nuevas, sintetizar información y construir herramientas que aporten a llegar a los resultados de mis clientes. 

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Otro dato relevante de mi infancia es que me apasionaban los temas existenciales, por lo que siempre anduve preguntando en casa ”De dónde venimos? ¿Por qué pasan las cosas?”. De mi adolescencia recuerdo que los únicos libros que me atraían eran los de filosofía que mi tío me prestaba, así conocí a Sócrates y Platón, y aunque muchas cosas no comprendía, algo en mi había empezado a despertar. Mis ganas de conocer él porque y el para qué de las cosas!

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Si te comparto mi resultado del test de inteligencias múltiples te ries. 

Soy 2 (Inteligencia Lógica) luego 7(Inteligencia Intrapersonal- Autoconocimiento) y 6 (Inteligencia Interpersonal-Acompañar a otros).

Ahora me hace todo el sentido del mundo.

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En mi viaje del héroe - La llamada.

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Como adulta caí en el juego del ego y sin tener mucha claridad de mis talentos me puse en búsqueda del ansiado éxito, entrando en el campo empresarial. Entre aciertos y desaciertos inicié como todos: paso a paso desde trainee, analista de Inteligencia de Negocios hasta Gerente de Excelencia Comercial y Entrenamiento de una multinacional, con buenos ingresos, con 11 años de experiencia en diferentes áreas, sentí que nada podía sostener una vida laboral que ya no se conectaba con mis valores personales principalmente la libertad.

 

Lo mágico de la vida es que se encarga de enviarte señales para reconectar con tu esencia. El reto sin duda es estar atento.

Con la sensación de agradecimiento por tantos aprendizajes, certificaciones y competencias desarrolladas, me despedí de ese camino.

 

Algo que debes saber, es que un día de aquel viaje corporativo, me dí cuenta que si podía ser capaz de conseguir grandes logros para una multinacional, mejorar la productividad del equipo de ventas, liderar equipos y proyectos de transformación, hacer inclusive de mi gestión una best practice para lationamerica, por qué no podía replicar esas destrezas en mi vida personal? Y la respuesta era simple, porque no me conocía y porque no tenía metodología para sostener mis deseos. Para explicarte por qué no podía tener la misma claridad, debo compartir que durante gran parte de mi vida atravesé miedos, falta de autoestima, necesidad de reconocimiento, autoexigencias, sentimiento de insatisfacción, acompañados de rupturas amorosas y dramas familiares. Decidí un día de aquellos en los que no paré de llorar, tomar partido e involucrarme en “dejar de sufrir” (aunque suene trillado), después de tomar terapias en diferentes corrientes, buscar referentes, volví a la filosofía, y con la frase tan famosa de Sócrates de “Conócete a ti mismo” finalmente todas las piezas se acomodaron.

 

Lo había entendido todo, “la salida es hacia adentro”

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Desde entonces uso al autoconocimiento como herramienta imperativa de sanación, acumulando un sinnúmero de aprendizajes.

Hoy comprendo que todo mi recorrido fue necesario para aprender lo verdaderamente valioso: salir de la caja para reconocerme, amarme y aceptarme con mi luz y sombra. 

 

He conjugado estas dos áreas de experiencia: la estructura y organización con el autoconocimiento y el ser. Me siento muy contenta de escribir estas líneas y compartir contigo que he encontrado mi propósito, lo que hoy me encanta hacer, lo que me hace sentir plena, a lo que mi intuición me responde con un profundo y rotundo sí. Mi propósito es acompañar a personas y organizaciones a maximizar sus resultados claves. ¿Cómo lo haré? Mediante mentoria y coaching en formato 1to1 o grupal.

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Trabajar en las personas y en el resultado es Productividad Consciente.

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Gabriela Bedón